jueves, 5 de febrero de 2009
La Luna en el Cubo
Postrado en cama, aquel enfermo contemplaba cada noche la imagen de la luna, cuyos rayos penetraban por la claraboya de su habitación y se reflejaban en el fondo de un cubo lleno de agua.
Una mañana, la señora encargada de la limpieza de aquella sección del hospital regó las plantas de la terraza con el agua del cubo, por lo que esa noche el enfermo, desilusionado, se dijo: la luna ha cambiado de cielo.
Con el tiempo, este hombre se dio perfecta cuenta de la realidad de las cosas, y desde entonces todas las noches pedía que le abrieran el balcón de par en par, para admirar la luna en todo su esplendor.
"A veces, la imaginación sugiere ilusiones tan acabadas que sólo con grandes dosis de voluntad e inteligencia se pueden captar las cosas como son".
(De la web:Cuéntame un cuento)
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