domingo, 13 de julio de 2014

La botella del náufrago


Ciertos pescadores sacaron del fondo una botella. 
Había en la botella un papel, y en el papel estas palabras: "¡Socorro!, estoy aquí. El océano me arrojó a una isla desierta. Estoy en la orilla y espero ayuda. ¡Dense prisa. Estoy aquí!"

-No tiene fecha. Seguramente es ya demasiado tarde. La botella pudo haber flotado mucho tiempo, dijo el pescador primero.

-Y el lugar no está indicado. Ni siquiera se sabe en qué océano, dijo el pescador segundo.

-Ni demasiado tarde ni demasiado lejos. La isla Aquí está en todos lados, dijo el pescador tercero. 

El ambiente se volvió incómodo, cayó el silencio. Las verdades generales tienen ese problema. 

(Wislawa Szymborska)

martes, 1 de julio de 2014

El rico y el pobre

 

Era un hombre muy rico y acostumbrado a ser halagado por los que lo rodeaban.

La gente de la localidad se deshacía en alabanzas hacia él, que se había vuelto arrogante.

Pero, había un hombre muy pobre que no le prodigaba ningún tipo de halagos y que se mostraba indiferente frente a la opulencia y el poder del hombre rico.

Herido en su orgullo, el hombre rico citó al pobre y le dijo:

-Vamos a ver, si yo te regalase el veinte por ciento de mi fortuna, me adularías?

El hombre pobre, sin dudarlo, le respondió:

-Sería un reparto demasiado desigual para hacerte merecedor de mis halagos.

-Pero, si te entregara la mitad de mi fortuna? – insistió el rico

-En ese caso estaríamos en igualdad de condiciones y no habría ningún motivo para adularte.

El rico volvió intentarlo:

-Pero, si te regalase toda mi fortuna?

-Si yo fuera dueña de una fortuna tal, ¿porque tendría que adularte?

Fuera de sí, herido en lo más profundo de su ser, el hombre rico se dio la vuelta y se alejó.