martes, 5 de enero de 2016

La Cabalgata


Pastores, médicos, labradores, fariseos y ganapanes, campesinas, limpiabotas, soldados,  marineros, zapateros, escribas, aguadores, maestras, reyes y magos, estudiantes y jubilados, prostitutas, mecánicos, ministros, modistas, plateros, bomberos, generales, actrices, chapineros, prestamistas, toneleros, albañiles, porteras y otros muchos miembros de las más diversas profesiones, se habían puesto en camino siguiendo la potente luz del cometa. 

Al llegar a un pequeño pueblo, la comitiva se paró a descansar, se repartieron la comida y el vino y estuvieron cantando a un pequeño, que había nacido en una cueva a la luz del cometa, hasta el amanecer, pero los Reyes, rodeados de los generales, presidentes, ministros, prestamistas, escribas y fariseos, distraídos como estaban con sus preocupaciones, no se percataron y siguieron su camino.

Al darse cuenta quisieron volver, pero el cometa ya no alumbraba y la fiesta se había acabado.