viernes, 28 de enero de 2011

La niña y el frío


Por la calle vi a una niña aterida y tiritando de frío dentro de su ligero vestido y con pocas perspectivas de conseguir una comida decente. Me encolericé y le dije a Dios: “¿Por qué permites estas cosas? ¿Por qué no haces nada para solucionarlo?”

Durante un rato, Dios guardó silencio. Pero aquella noche, de improviso, me respondió: “Ciertamente que he hecho. Te he hecho a ti.”

(Anthony de Mello)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ciertamente generalmente hacemos a Dios responsable de las carencias de todo tipo que padece nuestro prójimo ,pero nosotros necesitamos ver a una pequeña con frío ?.
Creo que no ,la falta de humanidad y amor al prójimo empieza por nuestra propia ceguera ...Dar lo que ,perdón ,compartir lo nuestro , Dios nos muestra nuestras propias carencias ,que son más profundas que tener un abrigo ....