Un día el colibrí dijo:-¡Como me gustaría tener mis plumitas del color de las flores!
A los otros pájaros les pareció una gran idea y decidieron pedirle al dios Inti, el sol, que coloreara sus plumas como lo había hecho con las flores.
Y allá se fueron todos los pájaros, volando hacia el cielo. Algunos se quedaron porque les gustaban sus plumas del color de la tierra. Y el colibrí se quedo para cuidar a las flores, ya que no quería dejarlas solas. Los pájaros volaron y volaron, pero el sol estaba muy lejos. Nunca llegarían. Entonces, compadecido, el dios Inti juntó unas nubes e hizo llover. Luego, con uno de sus rayos formo un gran arco iris.
Los pájaros, felices, se revoloteaban entre los colores. Uno se zambulló en el rojo, otro en el amarillo. Algunos se salpicaban con varios colores. Otros metían la cabeza en un color y el cuerpo en otro. Pero todos quedaron preciosos. Y el colibrí también quedó precioso, porque aunque no pudo viajar, las flores agradecidas por su compañía le regalaron un pedacito de sus colores.
(De la red)
2 comentarios:
Precioso, me ha encantado.
^^
HERMOSO
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