
- ¿Cuánto tiempo le costó pescarlos?
El mexicano respondió:
- Muy poco tiempo
El americano le volvió a preguntar:
- ¿Por qué no permaneces más tiempo y sacas más pescado?
El mexicano dijo que él tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia.
- Pero, ¿qué haces con el resto de tu tiempo? -añadió el americano.
- Duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, duermo la siesta, voy todas las noches al pueblo a tomar unos vinos y toco la guitarra con mis amigos -respondió el mexicano. El americano replicó:
- Soy un banquero de Nueva York y podría ayudarte. Te explico...Verás: deberías gastar más tiempo en la pesca, con los ingresos comprar un bote más grande, con los ingresos del bote más grande podrías comprar varios botes; eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador; eventualmente abrir tu propia procesadora. Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este pueblo e irte a Ciudad de México; luego, a los Ángeles y, eventualmente, a Nueva York, donde manejarías tu empresa de expansión.
El pescador mexicano preguntó:
- Pero, ¿cuánto tiempo tarda todo eso?.
A lo cual respondió el americano:
- Entre 15 y 20 años.
- ¿Y luego qué?
El americano se rió y dijo que esa era la mejor parte: - Cuando llegue la hora deberías anunciar una Oferta Inicial de Acciones y vender las de tu empresa al público. Te volverás rico: ¡Tendrás millones!
- Millones...¿y luego qué?
El americano dijo:
- Luego te puedes retirar: te vas a un pueblecito en la costa donde puedas dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, echar una siesta, ir todas las noches al pueblo a tomar unos vinos y tocar la guitarra con tus amigos.
- Pero...qué cree que hago ahora".
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