lunes, 30 de enero de 2012

El Mendigo

En esa salida de metro estaba siempre Manuel, ese indigente, que con su rutina diaria no tuvo otra opción, ya que la vida, quizás no le dio la virtud de vivir de otra forma, vio que era más fácil extender la mano, y que un alma solidaria se apiadara de él.
Circunstancialmente surge otro personaje, de la misma edad, motivado por ese hombre le pregunta:
-¡Mire! sé que usted hace esto más de 60 años, ¿sabe que hice yo todo ese tiempo?, viaje por todo el mundo, me case tres veces, tuve siete hijos, cinco empresas, me mude catorce veces, hoy vivo de renta, y todos los meses retiro dinero del banco que me permite vivir dignamente, ¿y usted?
- Bueno, los días de sol son maravillosos, los de lluvia es cuando descanso, y mi única llave es la de la libertad, que es la propiedad de la calle. ¿Vio, que vida hermosa que tengo? , discúlpeme no lo hago con la intención de que me envidie.
(Agustín H. Medina)

No hay comentarios: