lunes, 1 de marzo de 2010

Miopía


Un anciano que tenia un grave problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte.
Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le olvidaron los lentes en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo de ventilar sus fuertes opiniones.
Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas.
Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad dijo:
"El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre esta vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto".
El anciano siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó discretamente para decirle en voz baja: "Querido, estás mirando un espejo".

Moraleja: Nuestras propias faltas, las cuales tardamos en reconocer y admitir, parecen muy grandes cuando las vemos en los demás, debemos mirarnos en el espejo mas a menudo, observar bien para detectarlas, y tener el valor de corregirlas.

(No conozco el autor)

1 comentario:

Diorella dijo...

Precioso y ejemplar relato, ¡ojala todos tuviéramos al lado alguien que nos quisiera tanto, como para decirnos de una forma suave los defectos que nos negamos a ver o reconocer, "quizás por desconocerlos", pero es una lección preciosa, como todos tus relatos.

Un abrazo.