Había una vez un cocinero muy entusiasta que planeo preparar una rica y deliciosa salsa de pura carne, en una cacerola especial.
Al terminar de preparar la rica salsa se dió cuenta lo sabroso y rico aroma que tenía; sin duda era todo un arte culinario, ´pero de pronto el cocinero recibió una llamada inesperada y salió tan pronto como bala disparado, que olvido tapar la cacerola.
Una mosca glotona y hambrienta volaba muy cerca de la cacerola , se sentía atraída por el sabroso olor y empezó a volar alrededor dando vueltas y vueltas y muchas vueltas más , hasta que cayó en ella , y estaba tan feliz de haber caído en la rica salsa de carne , dentro de la cacerola que dijo:
“oh! que rico comí, bebí y hasta me bañe así que si en estos instantes me muero ya nada me importaría después de todo el gusto que me dí en esa cacerola de carne“.
Moraleja: sarna con gusto no pica
(Fábula de Esopo)
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