Cuando llegó la hora para la cual era alimentado el ganso, era de noche, y la oscuridad no permitía distinguir entre las dos aves. Capturado el cisne en lugar del ganso, entonó su bello canto preludio de muerte. Al oír su voz, el amo lo reconoció y su canto lo salvó de la muerte.
Antes de tomar una acción sobre alguien o algo, ya sea que le beneficie o perjudique, primero debemos asegurarnos de su verdadera identidad.
Esopo
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