Cuatro bueyes se reunían cada día en el mismo prado a pastar y terminaron por crear una sólida amistad.
Un día, uno de ellos propuso un juramento por el que se mantendría siempre unidos y se ayudarían en los momentos difíciles.
A todos les pareció bien y sellaron el pacto con la confianza de que ninguno de ellos lo traicionaría.
Un día, el león llegó al prado y se dispuso a atacar a los bueyes, pero éstos, fieles a su palabra, acudieron en ayuda unos de otros, embistiendo al león de tal forma que a éste le resultó imposible cazar a ninguno de ellos.
El león, tras regresar varias veces y encontrarse con que la unión de los bueyes le impedía dar caza a ninguno, buscó el modo de separarlos.
Y así, fue acercándose a cada uno por separado para decirles que los otros hablaban mal de él a sus espaldas.
Los bueyes, que habían jurado estar unidos para siempre, terminaron por distanciarse, y así, sin la ayuda de sus compañeros, fueron cayendo víctima de las zarpas del León.
El último de ellos, justo antes de morir, comprendió la maniobra del león y dijo:
“Sólo nosotros somos culpables por dar crédito a nuestro enemigo.
Consiguió separarnos y entonces fuimos presa fácil”
MORALEJA
La unión hace la fuerza. No dejes que la intriga la tuerza
(fábula de Esopo)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario